La Dirección de Desarrollo Rural dará seguimiento y apoyo a los productores, para que se evite un sacrificio de cabezas por enfermedades.
Que el ganado vacuno del Ejido El Táscate se alimente de los desechos de basura que encuentran en el basurero a cielo abierto, mantiene latente la posibilidad que vuelva a enfermarse de tuberculosis y brucelosis y que ello obligue a los productores a sacrificar nuevamente su hato.
Así lo refirió la Directora de Desarrollo Rural del Municipio, Carolina Jiménez Ramos, al expresar la necesidad de concretar urgentemente un relleno sanitario, además de sanear el tiradero existente.
La funcionaria explicó que el ganado del citado ejido estuvo clasificado dentro de la Zona B o contaminada y además en cuarentena durante más de 15 años, por encontrarse con tuberculosis y brucelosis, lo que implicó que los productores no pudieran comercializar las cabezas e incluso fueron orillados a sacrificarlas en una medida de despoblamiento en los años 2017 y 2018.
En ese entonces el Gobierno Municipal ayudó para repoblar el hato, cuyo proceso concluyó el año pasado y después de muchas pruebas y cuestiones de manejo de los ganaderos se le denominó zona buffer, que no implica establecerla como zona libre sino un estatus intermedio.
Las pruebas que SENASICA realiza dos veces por año no han detectado tuberculosis en ese ganado, aunque el riesgo es mayúsculo, sin embargo y para que el estatus sea modificado a Zona A es necesario priorizar acciones de remediación del basurero y contener las cabezas de ganado en un perímetro alejado, para lo cual el Gobierno Municipal del Presidente Carlos Tena, a través de la Dirección de Desarrollo Rural pretende apoyar a los productores este próximo año.